Hace unos meses realicé una foto que era más una especie de reto. ¿Podría tomar una foto de productos sin luces de estudio? ¿Y en interiores? Los que me conocen saben que, como fotógrafo me gusta poder controlar la luz, por ende, me diento muy cómodo manejando mis flashes de estudio (Ya en otra entrada les contaré sobre mis equipos), por esa esta fotografía tenía cierto nivel de dificultad.
Como les comenté, el estar en interiores, en un lugar alejado a una fuente de luz natural como una ventana (Además era de noche ?) hizo que tuviera que buscar alternativas como una lámpara común, que por la baja potencia tendría que acercar bastante al objeto a fotografiar.
Después de analizar la composición y encontrar el punto mas adecuado para tomar la fotografía decidí por un tema de estética (Y necesidad como) abrir al máximo la apertura del diafragma de mi objetivo de 50mm a 1.8. Con este valor se desenfoca el fondo, pero también me da poca distancia de enfoque. Esto hizo que tuviera que escoger un punto de enfoque específico (que para la primera foto fue el logo del producto principal). Esta foto hubiera sido perfecta con más área de enfoque, y se hubiera logrado fusionando varias fotos con diferentes puntos de enfoque, pero el reto era hacerlo en una foto.

Al subir a mis redes dicha foto, recibí algunos comentarios con respecto al enfoque, por lo que me tocaba explicar las razones de mis decisiones para que pudieran comprender el objetivo de dicha foto.
Semanas después me anime a repetir la toma (con otra marca de fideos) pero esta vez con mis queridos flashes de estudio.

Podrán sacar ustedes sus propias conclusiones, pero ¿Cuál te gustó más?